Tabancureños que Inspiran - Enrique Polanco. Generación 2010

Continuando con nuestra serie de entrevistas "Tabancureños que Inspiran", la presencia de Enrique Polanco es imprescindible. Nos sumerge en un relato emocionante que no solo abarca su último año, sino que también explora aspectos entrañables de su paso por el colegio. Enrique nos lleva  por un viaje del pasado al presente, mencionando a aquellos  que, sin duda alguna, han dejado una huella imborrable en su trayectoria. Los dejamos con la entrevista:

¿Qué aportes crees que te brindó tu experiencia en el colegio para alcanzar tus metas deportivas?

Mucho, ya que fue ahí donde comencé en este deporte, específicamente en la academia de atletismo en tercero básico, allá por el año 99. De a poco fui mejorando y llegué a ser de los más rápidos, pero era muy chico, pensaba que no tenía nada que hacer contra los niños más desarrollados que me sacaban cabeza y media. Ahí me anduve frustrando un poco yo creo, por lo que en 8vo me salí del atletismo y probé suerte en el fútbol. No me fue bien. Años después, recuerdo que estábamos haciendo controles en educación física y Marcelo Orellana me dijo que por qué no probaba entrenar a ver qué pasaba. Eso fue el año 2008, en segundo medio, y desde ese momento que no he parado. Ya son 16 años. Recuerdo mucho a Cristián Goycolea, Memo Santana y Marcelo Orellana. Además de muchos otros profes que tuvieron su paso por el atletismo, los cuales también jugaron su rol. Con Marcelo específicamente llegué a ser ranking número 1 de Chile en 100 metros planos entre los años 2013 y 2015. 

Ser parte del Team Chile en los Juegos Panamericanos Santiago 2023 debe haber sido una experiencia increíble. ¿Puedes compartir con nosotros algún momento memorable o desafío que hayas enfrentado durante los juegos?

Fue una tremenda experiencia, la mejor que me ha tocado vivir en el Atletismo. Llegaba a los Juegos luego de un año muy difícil ya que estuve todo el primer semestre fuera por una lesión. Aun así, sabía que, de no haber contingencias, llegaría al evento justo en la mejor forma física de mi vida. Siguiendo una de mis cábalas, fui 10 días antes a entrenar al colegio y le pedí a Marcelo Orellana que me tomara unos controles para evaluar. El día de la carrera me fui desde la Villa Panamericana al estadio en Metro con mi masajista Yves Bayard y en la pista Marcelo me ayudó con unas salidas de taco en el calentamiento, lo que tuvo también su mística especial emulando viejos tiempos. Antes de ingresar al Estadio ya toda la gente me daba ánimo en los túneles y cuando entramos al estadio lleno más aún. Recuerdo que el Jamaicano con el que corría me dijo “you have a lot of friends, uh”. A esas alturas ya la adrenalina está a tope y hará su magia. Lo único complejo, eso sí,  fue que incluso en el “listos" la gente seguía hablándome, porque uno está muy cerca, pero son cosas que afortunadamente pude manejar. 

¿Cómo manejas la presión en competiciones de ese calibre?

Algo que me ha servido mucho es la visualización, la que he trabajado con una psicóloga deportiva. Imagino el lugar donde correré, las sensaciones que quiero tener y la carrera que quiero ejecutar. Eso lo hago unas 10 veces seguidas el día previo; donde visualizo mi carrera completa, cada paso desde la largada a la meta, sintiendo las diferentes fases y la soltura que quiero lograr. Luego el día de la carrera, lo hago unas dos veces más y después me olvido y relajo. Eso permite que puedas estar enfocado en el momento presente, sin ansiedad ni nerviosismo, sin gastar energía de más. Correr es una actividad refleja, donde todo tiene que salir automático e inconsciente. Entonces al visualizar grabas y almacenas, luego cuando suena el disparo es solo poner “play”.  

Enrique, formar parte de la serie "Tabancureños que Inspiran" significa que eres una fuente de motivación para muchos. ¿Qué mensaje o consejo le darías a los jóvenes atletas que buscan seguir tus pasos y alcanzar el éxito en el mundo del deporte?

Yo les diría que entrenaran mucho, le hicieran caso a sus entrenadores y que el trabajo duro siempre rinde sus frutos. El progreso en el atletismo, como en muchos otros deportes, no es lineal. Eso implica que puedes haber entrenado como nunca, haber mejorado en todo, pero aun así la marca que estás esperando no sale. Ahí es cuando se suele caer en la desilusión. El tema es que todo ese entrenamiento que hiciste sigue siendo acumulativo, hay un potencial latente que se está gestando bajo la tierra y en cualquier momento va a erupcionar.  Ahí es cuando subes un escalón que luego no vuelves a bajar, luego otro, y así. El atletismo es uno de esos deportes en los cuales el que se aburre (o baja el ímpetu) pierde y el que se mantiene paciente siempre gana.

Mirando hacia atrás, ¿puedes compartir alguna anécdota especial o recordable de tu época como alumno en el colegio Tabancura? ¿Hay algo que hayas aprendido durante esos años que todavía apliques en tu vida diaria o en tu carrera deportiva?

Recuerdo particularmente hasta el día de hoy una vez que en cuarto medio, a tres semanas del interescolar final, que estaba bastante ansioso por estar pegado en mis tiempos, ya que estaba haciendo los mismos que había hecho en marzo. Marcelo Orellana, lejos de darme explicaciones sobre el entrenamiento o algo, solo me dijo: “Negro, tienes que confiar en tus capacidades”. Esa frase me hizo mucho click y la recuerdo hasta el día de hoy, ya que en el atletismo existe una cantidad de variables altísima que escapan de tu control. La única variable sobre la cual tienes el control absoluto es la confianza ciega en ti mismo. Sin esa confianza en tus capacidades, que es ciega porque no depende de ningún cronómetro que te marque algo o de las sensaciones físicas que tengas (que pueden ser horribles un día), será muy difícil rendir cuando tengas todo en contra, lo que ocurrirá muchas veces. Tres semanas después de eso gané la primera medalla de oro en 100 metros planos de mi vida en el Interescolar final 2010. 

En nombre de toda la Asociación de Ex Alumnos, queremos expresarte nuestro más profundo agradecimiento por compartir tu tiempo y tus experiencias con nosotros. Tu dedicación al deporte y tu esfuerzo constante nos inspiran a todos. Estamos orgullosos. ¡Te deseamos lo mejor en todos tus futuros desafíos. Gracias, Enrique Polanco."